martes, 1 de abril de 2008

¿Se secó el folklore?


A mí me parece que el folklore se quedó sin temas.
Las nuevas realidades del minifundio -y su impacto en la disminución de las peonadas-, de la migración a las ciudades, la desaparición de pequeñas comunidades rurales y la tecnificación, mataron gran parte de los motivos de muchas de sus letras.
Las nuevas sonoridades que dieron la Sole, los Nocheros o Rally Barrionuevo, por mencionar a algunos, no han logrado resolver el problema del folklore.
No es que esa música pasó, sino que ya no tiene nada más que decir ni que aportar al oyente, siempre ávido de mensajes y emociones.
El tango estuvo mucho tiempño en el freezer. Pero un día reapareció con todo el nacionalismo y el orgullo porteño que a muchos nos cuesta reconocer. Pero, mal que mal, tuvo su revival.
La canción criolla está ahora en retirada. Ha perdido público e interés. Necesita nuevos desafíos.
Tiendo a creer que el piquete y la inspiración religiosa, además de la temática filosófica o cultural, pueden llenar ese vacío. Pero quizás sea tarde. Ya se fueron todos.+

5 comentarios:

Anto dijo...

Hernán,
fijate que a mi me parece que no es tan así como decís. Hay una gran cantidad de músicos nuevos de folklore, que no son ni Los Nocheros ni la Sole ni Raly (aunque este me gusta un poco más) y que han revigorizado el folklore. Cosquín revienta de peñas y guitarreadas cada enero, y tal vez eso no está presente en el cotidiano de Buenos Aires pero sí en el interior, en donde se escuchan y se cantan. Hay gente como Luna Monti, Yamila Cafrune, el mismo Abel Pintos, Tamara Acosta, el Chaqueño que a pesar de que está demasiado Show Business es un fenómeno sin igual, Facundo Toro, Ignacio Escribano y tantísimos otros. No se, me parece que tal vez lo que falte es que se ganen la ciudá.
En cuanto a la producción de canciones, me parece que a diferencia del tango, que sin dudas nunca logró superar la enorme producción que va desde los 20 a los 50 y pico, en cantidad y calidad, el folklore ha tenido una producción más constante y con grandes letras y melodías.
Para mí, y perdoname que te contradiga, no se secó aunque podría estar mejor.

Hernán Maurette dijo...

Voy a tener que transitar por esa madeja de nombres, Anto; te agradezco la referencia. El otro día ví un comentario de un disco de tres chicas y lo guardé para comprarlo. Veremos qué ofrecen las nuevas olas. GRacias, Anto!

Cristián Dodds (hijo) dijo...

Tío Herno... Siento que no puedo quedarme callado en este tema. Tal vez te cante retruco en Dios y Ayacucho. Pero me se ocurre básicamente que de alguna manera tenés razón.
Stricto sensu, folklórico es lo que no tiene autor -lo que ya no tiene autor-, lo  que se transmite de generación en generación inmemorialmente y "es de naides y es de todos" (como una receta de cocina, como un cuento de abuela, como "arroz con leche me quiero casar"...). La "tradición" (palabra más difícil para decir "transmisión") de esas bellezas anónimas se corta cuando una generación pierde la capacidad de recibir, de heredar, lo que se echa de ver por ejemplo en la carencia de sentido histórico (todo empieza en mí-todo se acaba en mí) que hoy en nuestro país nos hace tanto doler... Entonces, creo que básicamente tenés razón. Pero sé (porque lo vivo) que la tradición continúa, sotto voce, crípticamente, en las catacumbas de la sociedad. El agua del folklore sigue corriendo abajo de una pampa barrida por otros vientos y regada por otras lluvias, a veces ácidas. Ya va a aflorar, cuando la tierra de nuestra generación reconozca que sola no sobrevive, que no puede vivir sin el agua que tiene en lo más profundo, que le viene de abajo, de atrás, de lejos...

Mk dijo...

Cris, muy bueno lo tuyo. Yo, Herno, comparto también en lo del folclore (pobre Anto, che!). Pero hablando del folclore como cultura federal, y sin la magistral clase etimológica de Cris, pienso que el campo se quedó en figuras de la que hoy ya somos turistas maravillados. Absolutamente ajenos al Camino de los Quileros, nadie va a una Carpa Salteña más que para conocerla (porque la zamba nos obliga!), y el gurí en los pajonales que canta Larralde, hoy o está fumandose un porro, o está analizando el PH del suelo. Solo nos quedan esperar anhelante alguna zamba prometida, y solo eso: la canción criolla amorosa. Zitarrosa supo actualizar el folclore. Habrá que seguirlo.

Hernán Maurette dijo...

Me alegra que lo estemos discutiendo. Lo que dice Cris desde la etimología responde un poco a lo que yo quería decir: hay que buscar cuál es el folklore argentino. Sin aferrarse a verdades establecidas por nosotros mismos.